lunes, 14 de marzo de 2011

La cuaresma

La cuaresma es un tiempo de meditación en el que tenemos que comenzar por disponernos al cambio en nuestra vida, un tiempo en el que podemos nacer de nuevo a la vida espiritual, un tiempo en el que podemos RE-organizar nuestra fe y acrecentarla, un tiempo en el que podemos visualizarnos como unas personas grandes ante Dios, pero para ello tenemos que ser los más pequeños y más serviciales en esta vida; ser los más pequeños, pero, ser los que tengan el corazón mas grande y lo tengan en las manos para entregarlo sin medida a las personas que más lo necesitan, que en este caso y hoy en día… somos todos!!




La cuaresma más que ser un tiempo de vacaciones o un tiempo de fiesta, es un tiempo de reflexión que nos invita a meditar el caminar de nuestra vida hasta el día de hoy. “Detente un momento, mira a tu alrededor, ¿estás contento con la vida que estás viviendo, con la vida que llevas hasta éste momento?”.


Es un tiempo que nos invita al arrepentimiento, nos invita a ver la vida con otros ojos… con los ojos de la caridad, los ojos del amor y con los ojos del corazón, nos da la posibilidad de nacer de nuevo, como nuevos cristianos, como nuevos discípulos de Jesús.


Es una oportunidad de reciclar nuestras actitudes, de negativas a positivas, de malas en buenas, y de cambiar el odio por el amor, la cuaresma es el reciclaje de la vida, es tiempo de hacer uso de las tres “R´s” RE-construye, RE-anima y RE-vive… ¿Qué esperas para RE-ciclarte? 


Una oportunidad de vislumbrarnos de una manera mejor, de vernos de una manera que soñamos ser alguna vez, siguiendo el mayor ejemplo de vida y pensando en eso que nos lleva al amor de Dios. “Hay que amar a los pobres, porque en ellos esta Jesucristo”.


Cargar con nuestro corazón, llenarnos de ese amor, de esa caridad y de mostrar esa sonrisa que llevamos tatuada en el alma con todas las personas que encontremos en la calle, caminar en la vida con el corazón en las manos, y digo manos porque nuestro corazón, nuestro amor y nuestra sonrisa… no caben en una sola.


Tendiendo la mano al hermano, es un principio, para la caridad, es un comenzar en la renovación de espíritu, tal vez para nosotros no sea mucho; pero para la persona que ayudamos es una gran bendición y somos una luz en su oscuro caminar.


Así que hermanos en esta cuaresma hay que Cambiar el odio por el amor, ser una luz que ilumine todos los lugares donde nos encontremos, y contagiemos esa luz pasando de la oscuridad de las tinieblas, a la luz de nuestro señor Jesucristo.

"Misioneros Vicentinos"